21 agosto 2013
pinceles y aerosoles
El verde se convirtió en agua, con negro cubrieron la cabeza enmarcando el rostro aindiado de rojos, ocres y marrones casi trágicos.
La villa inventaba su ropaje con música de pinceles, aerosoles y sonrisas jóvenes.
Alguien escribió de las vías, dando metáfora a sus dedos de hierro extendido señalando un destino en paralelo, como si fueran venas abiertas hacia el infinito.
Su amigo de vientre ruidoso y rumbos cotidianos repetidos hasta el cansancio, pasaría de nuevo hoy como ayer, símbolo del sudor y los gestos grises del común hastío.
Un terraplén quejoso mostraba las pústulas de la pobreza, oropeles de plástico que el viento arrastra y expone, en la vidriera de corte popular.
Trenes con ventanillas de miradas ciegas pasan con su lentitud fugaz de tercer mundo.
Nadie parece grabar las imágenes en sus retinas y lo entiendo.
Pienso que la miseria residual y las deudas sociales remanentes asustan.
Que solo los artistas reflejan el dolor y el egoísmo que siempre tiene presas disponibles.
Benditos sean las manos de los pintores y sus documentos que hablan y denuncian sin temores desde los murales.
Un texto de José López Romero.
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1 comentario:
Qué buen texto José! Cuánto hablan los colores, cuánta armonía y profundo significado.
Abrazo para toda la flia, esposa e hijos.
Mercedes Sáenz
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