¡Cobarde, sí, cobarde!, que dices vestirte por los pies pero no lo haces. Tú que te pavoneas ante tus amigos, que presumes a boca llena de que eres quien manda en tu casa. De que un día le pusiste la mano encima a tu mujer, y aún lo sigues haciendo, mientras tus hijos lloran aterrados en cualquier rincón de la casa, o se esconden debajo de alguna cama…No. No pongas excusa alguna, no la hay. Eso sí, qué suerte tienes…Suerte de que la justicia no actúe como debiera, de que algún juez solo se limite a separarte de tu compañera unos metros con una orden de alejamiento, y que luego eso, también te lo pases por donde tú y yo sabemos, y sigas acosando, sigas inmune, hasta que un día, ella, que decidió plantarte cara, sea encontrada muerta por tus manos. Qué fácil es ser un cobarde. Lo difícil para ti, es ser un hombre
de verdad.
Carlos Gargallo
6 comentarios:
Triste realidad que muchas mujeres suelen sufrir en su hogar la violencia, física o psíquica, en manos del marido.
Debemos denunciar estos hechos si los presenciamos.
Saludos.
Esa es la triste realidad de tantas y tantas mujeres que se llenan de la propia cobardia de sus parejas transfiriéndoles un poder que no les pertenece...Tu lo has dicho "Suerte de que la justicia no actue".
Hasta pronto
Querido Carlos:
Preciosa entrada, sobre los maltratadores, directa, concisa y descriptiva, enhorabuena.
A ver si alguno del capullo toma nota y hacen algo más eficiente para errdicar esto.
Describes una dura situación demasiado real y actual, por desgracia.
Yo sumaría además a tu denuncia el silencio, también cobarde, del que otorga.
Un abrazo.
Hola Caselo, hola amigos!!!
Pues que como conozco a casi todos... (bienvenida Alicia!) siento que si no saludara a alguno sería como ir a la casa y no mirarlos. Ja!
Sobre la entrada... tengo una mirada peculiar, que dista mucho de la que tenía. En algún momento hubiera escrito lo mismo, querido Caselo.
Hoy creo que esta acción como cualquier otra que dañe es un malestar que no puede poner en palabras. Algunos se enferman hacia adentro, la enfermedad que conocemos y otros enferman hacia afuera: delinquen, golpean, matan, mienten, humillan. No veo hoy diferencias. Es el Ser que al no poder llegar a sí mismo... sufre.
Hoy veo en el que golpea al golpeado de ayer y no sé quien me duele más.
Es importante escribir y despertar conciencias y me alegra compartir este camino con uds.
Me pasé de largo, verdad? Disculpas!
Un abrazo!!
Pasión
Hola Pedro!!!
Sí es tal cual.
El dolor que no se explaya se traga y hace estragos.
Me gusta leerte.
Alicia
Publicar un comentario