Desata mis sentidos, sublimiza mi figura.
Tu que me arrastras a lo desconocido, que desnudas montañas, zarandeándolas hasta el éxtasis, dejándonos admirar su tierra exenta de vegetación; naturaleza, ese cruel vestigio de vida.
Desnuda mi cuerpo entero, desátalo de mentiras, desenfunda mis pies, apártalos de tanta tela absurda para que pueda contemplar su perfección, la belleza intrínseca que los azota de dentro. No te apiades, quiero sufrir contigo, no te quiero, felicidad, no quiero que me ahogues de placer. Tan solo acariciarlo por momentos, sin dejar que se tambalee, como hace el viento con las hojas de los árboles recios.
Desnuda entero mi cuerpo, que me deja en tierra sin más deseo que adorarlo, que rodearlo de vida, ahogarlo en vida, hacer de cada movimiento una delicada oda a la figura que pocos ven; porque la intuición es para fuertes, y el cansancio no me agota, porque si quisiera solo contemplar, me hundiria en lejanía, me dejaría llevar por tu soplo, felicidad, hasta que ya no me queden nubes que admirar, más lejos del Sol, allí donde las escaleras no sirven de nada.
Tu que me arrastras a lo desconocido, que desnudas montañas, zarandeándolas hasta el éxtasis, dejándonos admirar su tierra exenta de vegetación; naturaleza, ese cruel vestigio de vida.
Desnuda mi cuerpo entero, desátalo de mentiras, desenfunda mis pies, apártalos de tanta tela absurda para que pueda contemplar su perfección, la belleza intrínseca que los azota de dentro. No te apiades, quiero sufrir contigo, no te quiero, felicidad, no quiero que me ahogues de placer. Tan solo acariciarlo por momentos, sin dejar que se tambalee, como hace el viento con las hojas de los árboles recios.
Desnuda entero mi cuerpo, que me deja en tierra sin más deseo que adorarlo, que rodearlo de vida, ahogarlo en vida, hacer de cada movimiento una delicada oda a la figura que pocos ven; porque la intuición es para fuertes, y el cansancio no me agota, porque si quisiera solo contemplar, me hundiria en lejanía, me dejaría llevar por tu soplo, felicidad, hasta que ya no me queden nubes que admirar, más lejos del Sol, allí donde las escaleras no sirven de nada.
7 comentarios:
Que hermoso viento en versos nos entregas, y en el silencio cómplice del viento acaricie tus cuerpo escrito en versos..
saludos fraternos
un abrazo con mucho cariño..
Es increíble todo lo que puede transmitirte ese viento imparable. Y un lujo para nosotros el que lo compartas sin temores.
Un abrazo.
Todo es exaltación mientras leo, siento ese viento que lo abrasa y abraza todo, toda yo, ahí contigo más lejos del sol, donde nada nos sustente, nada más que ese viento sublime...
Impresionante
mj
Migul ese viento que todo lo abraza, ese pedido, ese ruego de dejar la felicidad de lado. Un poema que en un aliento largo todo lo envuelve hasta esas esaleras que allí no sirven de nada. Frases muy hermosas. Felicitaciones. Un abrazo. Mercedes Sáenz
Hermoso como lo expresas Migul, sí. Tremendas frases y muy intensas.
Pero ese cambio de piel, ese cambio de 'el todo', incluyendo a la felicidad, por el nada para evitar el sufrimiento, espero que sea momentáneo, tu yo poético. No puedes abandonarte a ti mismo cuando es necesario siempre un sustento. Pensar en el yo, es lo primero que debemos hacer para ser felices, es cierto, pero cómo reconocer a la felicidad que pasa por nuestro lado si estamos a merced del viento.
Me gustó mucho Migul. Un abrazo fuerte.
Gracias a todos, supongo (más que suposición es casi certeza) que no soy el mismo cuando escribo... a la vida le gusta jugar un poco con nosotros. En fin, gracias otra vez por vuestro apoyo. Saludos!
Un viento me trajo hasta aquí y ha remolinado con tu viento tan lleno de metáforas maravillosas. Me gustó este paseo literario. Bello todo. Felicitaciones!!! Te sigo.
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