13 diciembre 2008

Mientras espero...


Hace unos años mirábamos al año 2000 con esperanza; pensábamos que para entonces el mundo andaría mejor, y no queríamos bajarnos de él, como apuntaba una canción de Alberto Cortez, que le valió la censura en Cuba durante un tiempo, al criticar por igual a Estados Unidos y a la entonces “eterna” Unión Soviética. Pero han pasado casi 9 años de la mítica fecha y las cosas van de mal en peor, o por lo menos así lo parece. Viniendo de donde vengo no me apunto a los que culpan de todo al “malvado” capitalismo, mientras miran, suspirando, a los populismos de América Latina. Yo , que vengo de esos lares, creo que en nuestro mundo tan polarizado, tan lleno de extremos, apuntarse a uno de ellos no hace más que entrar el juego de nunca acabar y seguir echando leña a un fuego que arderá durante muchos años.
Me pregunto: ¿A quién le interesa tanta crispación? ¿Cuándo aprenderemos que la violencia no nos lleva a ninguna parte, o peor, nos lleva a un desastre mayor? Si es injusta la presencia de Estados Unidos en Irak, ¿No lo es más el terrorismo que hace volar por los aires a propios y extraños? ¿Qué aportan los violentos antisistema que destruyen bienes a su paso y se enfrentan con una violencia aun mayor a los agentes del orden? ¿Cómo puede proponerse un nuevo orden que se anuncia con bombas y tiros en la nuca?
Injusticias quedan muchas en nuestro sufrido planeta. Todavía hacen falta Quijotes, pero necesitamos más héroes capaces de perdonar y sanar, de bendecir y unir, que hordas armadas de palos o fusiles, machetes o garrotes; necesitamos políticos que estén menos pendientes de fustigar al oponente y más al servicio de los ciudadanos. Necesitamos menos demagogos y más líderes capaces de trabajar por la paz y el desarrollo.
En fin, necesitamos una Iglesia menos pendiente de conservar privilegios y detentar poder, y más dispuesta a dar la vida y dar vida, como su Señor.
Ninguna de estas cosas se vende en los comercios. Y es lo que quiero recibir en mi Navidad. Sí, porque soy cristiano, ni de derechas ni de izquierdas, sino de todos quiero serlo, sin fanatismos ni intolerancias. “Católico” de verdad, es decir, universal.

7 comentarios:

Pedro Estudillo dijo...

Hermoso post, amigo Manuel. Suscribo cada una de tus palabras.
Mientras el mundo siga en manos de unos pocos insensatos e ignorantes, poco habrá que hacer, pero ese poco es necesario y no debemos dejar de hacerlo.
Todo periodo tiene su final, también este lo tendrá.
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

perdonar y bendecir ha de empezar por uno mismo, hacerlo uno mismo, y la iglesia tendría que preocuparse más por el amor que por dios ni por la religión, pues eso desea dios

josé lopez romero dijo...

Las distintas ponencias deberían ponerse sobre la mesa allí donde fuere el ámbito donde actuemos. Las intolerancias de tu referencia, han sido herramientas feroces de la iglesia católica por la cuál soy bautizado, no se si hace falta que lo aclare, ya que no descubro nada inédito. Pienso que ante la inestabilidad de las pseudo sociedades que conforman nuestros países, y dejo a tu memoria este paso, es embromado decir "borrón y cuenta nueva". Si supiera que nada horrible ocurriría de mañana en adelante, ni invasiones ni hambre ni analfabetos, ni obreros sin trabajo, firmaría automáticamente esa tolerancia y perdón que dices.
Un abrazo para vos Manuel, tu vocación es muy importante y tienes mi afecto.

Mar dijo...

Mi maestro me mostró que nosotros (los de a pie) somos la base de una pirámide, esa base, esta formada de gente con buenos sentimientos y mucho amor, cosa de la que los que están en la cima de la pirámide carecen, ellos no salvaran al mundo ya que no miran hacia abajo y no sienten a los que los mantienen arriba, pero torres mas altas han caído…

Besitossssssss

Silvi (reikijai) dijo...

Manuel... No soy Catolica, soy Judia... tambien lucho por lo mismo que tu.Las religiones se deben unir, porque D´s, es uno. Mientras no se aprenda, LA PAZ,LAMENTABLEMENTE; NO VERA LA LUZ.Y todo cambio comienza por uno. Deseo de todo corazon, que Él, haga el milagro. Te dejo Un Beso. Silvi.

el piano huérfano dijo...

precioso post aun que me uno a las palabras que dice santiago-amor, tendremos que perdonar nosotros mismos, a nosotros para liberar una parte luego perdonar uno a otro.

Dios, creo que nos hico, nos conoce, tengo fe que me perdonará pero no lo hara si no me perdono yo primera

Alicia Abatilli dijo...

Coincido palabra a palabra con Pedro, Manuel, hermoso lo que publicas aquí. Debemos seguir luchando por salvar la salvable, hay mucho aún.
Saludos.
Alicia

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