El dolor era insoportable, no hubo forma de calmar este dolor tan agudo
que le pesaba tanto, a menudo le dejó sin aire, sin aliento.
Un día me encontré con ella, y me dijo : Siento un dolor dentro de mi, es algo pesado y redondo, que me hace daño.
Alabados sean los cielos y el Mar entero – he respondido tontamente, no siento ningún dolor ni por dentro ni fuera me siento bien.
En ese momento un sabio que paseaba por allí oyó la conversación y dijo:
Pueda que tu estas buena y sana, pero el dolor de tu amiga es una perla de gran belleza.
Ah claro era conversación entre dos conchas.
que le pesaba tanto, a menudo le dejó sin aire, sin aliento.
Un día me encontré con ella, y me dijo : Siento un dolor dentro de mi, es algo pesado y redondo, que me hace daño.
Alabados sean los cielos y el Mar entero – he respondido tontamente, no siento ningún dolor ni por dentro ni fuera me siento bien.
En ese momento un sabio que paseaba por allí oyó la conversación y dijo:
Pueda que tu estas buena y sana, pero el dolor de tu amiga es una perla de gran belleza.
Ah claro era conversación entre dos conchas.
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5 comentarios:
A veces extraer ese dolor que nos rompe el alma puede sacar a la luz una vida llena de belleza, puede liberarnos y abrirnos todo un camino libre para ser felices...
Piénsalo, Raquel, lucha... y coge mi mano siempre que quieras.
Hermoso relato. El dolor tiene una mala fama que no merece, ya que muchas veces, tras él, sólo se esconde la belleza y el crecimiento.
Un beso.
Es una metáfora sencilla y legible, con dos sensibilidades distintas y un solo mensaje para interpretar.
Me gusta el simbolismo, la brevedad en su belleza y la continuación que si uno quiere puede hacerse de la historia. Un abrazo Merci
Coincido con los demás compañeros tuyos y mios. Tu texto lleva la sencillez y el simbolismo necesario para seguir recreando en la mente lo que a cada uno le sugiera...de eso se trata, de sugerir.
Un beso Raquel
mj
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